domingo, 22 de noviembre de 2009

Caja de Música



(Borges)


Música del Japón. Avaramente
De la clepsidra se desprenden gotas
de lenta miel o de invisible oro
que en el tiempo repiten una trama
eterna y frágil, misteriosa y clara.

Temo que cada una sea la última.
Son un ayer que vuelve.

¿De qué templo,
de qué leve jardín en la montaña,
de qué vigilias ante un mar que ignoro,
de qué pudor de la melancolía,
de qué perdida y rescatada tarde,
llegan a mí, su porvenir remoto?

No lo sabré.
No importa.
En esa música
Yo soy.
Yo quiero ser.

Yo me desangro.

miércoles, 24 de junio de 2009

El amor en el silencio: "Sang Woo y su abuela" y "El camino de regreso a casa"


Cuando hablamos de una película de amor, solemos relacionarlas con amor de pareja y a la vez con imágenes o palabras que en la vida hemos etiquetado como "signos de amor".

Pero las películas de las que les hablaré son de amor, de amor profundo, en donde no encontrarán ni una palabra de los personajes principales que la demuestren, ni ninguna imagen en particular.

A veces la vida es así, porque no pronunciamos las palabras que debemos, pero eso no implica que lazos más profundos que el océano puedan unir a las personas.




"Sang Woo y su abuela" del director coreano Lee Jung-Hyang, se puede considerar una joya del cine coreano que nos habla sin palabras del amor que se puede ir tejiendo a partir de la indiferencia y de las diferencias que en ocasiones nos pueden parecer incapaces de converger. Solo la generosa ternura de la abuela campesina puede bordar un puente hacia su nieto que hasta antes de conocerla no ha conocido la importancia de los lazos invisibles que pueden atar a las personas.



"El camino a casa" película china del director Zhang Yimou, nos muestra el amor como un manantial hermoso y delicado. No hay un "te amo", no hay un abrazo ni un beso que evidencie el sentir, pero todos los pasos alrededor de la escuela de la campesina que se enamora del profesor del pueblo para solo escuchar su voz, permiten al espectador palpar aquello que no se dice con palabras. Magistral el director en su afán de hablar de amor casi sin palabras.

martes, 5 de mayo de 2009

El color del Paraíso




Mohammad es un chico ciego que estudia en un instituto especial en Teherán. Cuando llegan las vacaciones de verano regresa a su pueblo natal con su padre, sus dos hermanas y su abuela. Mohammad es un muchacho muy sensible y gran amante de la naturaleza. A pesar de ser una persona increíblemente adorable, su padre se siente avergonzado de él y quiere alejarlo de la familia ya que un hijo ciego es una complicación en la búsqueda de una mujer. Para alejarlo de casa lo pone de aprendiz con un carpintero. ¿Podrá algo unir a padre e hijo?.

Hermosa película Iraní dirigida por Majid Majidi. Fotografía delicada, sútil, que habla por si sola de esas cosas que muchas veces no encontramos en nuestro diccionario para hablar de lo profundo y de lo sensible que habita en nuestro interior y en el espacio que habitamos.

Mohammad es uno de esos ciegos que sin ver, logra ver más allá de lo que nuestros ojos pueden ver.

Poder verla es un buen regalo para el alma.

domingo, 8 de marzo de 2009

LOS NIÑOS DEL BARRIO ROJO (Born into brothels)


"Born into brothels" es un documental hindio-norteamericano de los directores Ross Kaufman y Zana Briski, que muestra el testimonio de un grupo de niños hijos de prostitutas que viven en el barrio rojo de Calcuta quienes participan de un taller de fotografía y comienzan a sacar cientos de fotografías, obteniendo el testimonio gráfico de su mundo miserable, donde emergen ellos como flores en el fango.

"En mi futuro no hay nada llamado esperanza" dice uno de los niños al hablar de su realidad.

El documental es precioso y remueve superponiendo el valor del arte como un agente exorcisador de la pobreza dura y aplastante.

sábado, 10 de enero de 2009

Körper, la belleza monstruosa de Sasha Waltz



El martes 6 tuve la suerte de ir a ver danza al Municipal. Körper es una obra de Sasha Waltz, una de las más brillantes coreógrafas del mundo.

La obra es una exploración libre a la mirada del cuerpo en múltiples dimensión. En esta obra no hay música, al menos no la que habitualmente esperamos, más bien hay sonidos de máquinas de aire a presión y algunos monólogos de los danzarines.

En el escenario una a otra bailarina marca en el cuerpo de la otra el lugar que ocupa el corazón con pintura, luego los pulmones, los riñones, luego el sector de liposucción, entre otros y a todos le pone precio.



Un montón de platos apilados simula ser la columna vertebral que coordinados al momento del estrago se desalinean como si la columna se fracturará.

Difícil discribir lo magnífico de una belleza monstruosa, poco cándida, pero de movimientos tan suaves y delicados que en ocasiones los bailarines parecen que fueran livianos como la espuma.

Gracias Santiago a Mil por traernos a la Waltz!!!!